Por José Luis de la Calva
El presidente de Burkina Faso, Roch Marc Christian Kaboré, decretó tres días de duelo, por los asesinatos de hasta el momento 29 personas, perpetrado por los malditos cobardes asesinos de Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI).
Kaboré tildó a los delincuentes como «bárbaros» y «de una cobardía inaudita».
Francois Hollande, presidente de Francia y Federica Mogherini, jefa diplomática de la Unión Europea (UE), condenaron el ataque.
También el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, presentó su solidaridad y dijo «surgiremos victoriosos de la guerra a la que (los terroristas) han arrastrado a nuestro pueblo y a los otros Estados del mundo».
En la masacre, que tuvo lugar en el restaurante Cappuccino, regentado por un italiano y un hotel de lujo en Uagadugu, la capital, se encuentran personas de diferentes paises, entre ellos: Estados Unidos, Francia, Holanda, Portugal y Suiza.
El hijo de 9 años del propietario del restaurante fue vilmente asesinado, informó el Ministerio de Exteriores de Italia. El diario Neue Zürcher Zeitung, refiere que fueron asesinados los suizos Georgie Lamon y Jean-Noël Rey.
Los asesinos se atrincheraron durante horas en el Hotel Splendid, el más grande de la capital, de 147 habitaciones, hasta que las fuerzas de seguridad y tropas francesas lo tomaron por asalto, eliminando a tres y liberando a 126 personas y a otras 30 en el Cappuccino.